Capítulo 20 - Querer es poder -

No creo que tenga que darle mucha importancia a lo que acaba de decirle Raúl, sé que no sería capaz, además lo mejor que puedo hacer es, hacer como si no pasara nada, como si Raúl solo fuese el novio de Rosi, y ya está.
Durante el desayuno, Manu me cuenta el supuesto flechazo que tubo con Lorena, y la historia de Jenny y David, lo que no entiendo es el porqué no me contó nada Jenny, es muy raro todo.

Después de comer

He estado comiendo con Jenny y me ha contado que no me dijo nada porque David se lo pidió,  pero que se moria de ganas de quitarselo de encima, la verdad es que la veo bastante contenta. Como el sábado con lo que pasó con Marcos no estube casi nada con Hugo, Jenny me sugirió ir a verle a casa, pero dandole una sorpresa, y como ella sabía dónde vive, me lleva en la moto.

Cuando llegamos, Jenny me deja y se va, me hacerco a la puerta pero oigo la voz de Hugo por la puerta que da a la parte de atrás de la casa, me acerco poco a poco con la intención de sorprenderle, pero los hechos dieron una vuelta de 180 grados, y la sorprendida acabé siendo yo. Hugo no estaba solo, estaba hablando con... ¿Raúl?

Raúl: Te lo estas tomando todo con mucha calma.

Hugo: Si voy más rápido sospechará, además ya confía en mi, es cuestión de días que me cuente lo que vió.

Raúl: Cada cosa que decida hacer sobre este tema me lo comunicas y tomaré medidas.

Hugo: No te pases, ya aprendió con lo de Marcos.

Raúl: No te estarás enamorando de ella, ¿Verdad? Quedamos que solo te atraía, por eso aproveché lo que pasó con el reto de Manu el día que ella llegó.  Sabes que lo de salir con ella solo es para manejarla mejor, ¿No? Me lo debes.

Hugo: No te preocupes, ella no me gusta. Pero, ¿Hasta cuando?

Raúl: Hasta que ella se olvide del tema, sabes lo importante que es que Rosi y yo sigamos juntos. Y no tengo que darte más explicaciones.

En ese momento notaba como los ojos se me iban cerrando poco a poco, y al abrirlos, iban cayendo lágrimas sin poder evitarlo. Solo tenía ganas de ir y darle un bofetón a Hugo y otro a Raúl,  pero el miedo se apoderó de mi y lo único que pude hacer es correr.

Al día siguiente

Al levantarme,  tenía toda la almohada mojada, no había podido pegar ojo en toda la noche. No tenía muchas ganas de desayunar a si que prefería comer algo al llegar al instituto, un zumo de naranja bien fresquito.
Estoy sentada con la mirada perdida, cuando llega el director.

"Alicia, necesitaba hablar contigo, eres una de las mejores alumnas de tu clase, y necesito que me hagas un favor,  mañana llega un alumno nuevo, ha tenido problemas en su otro instituto y se viene con nosotros, necesito que le des clases por las tardes para que se enganche a las clases normales."

Acepté sin dudarlo,  con tal de no estar en el mismo sitio que Raúl,  además tampoco puedo estar en la misma casa que Marcos sin poder ni si quiera hablarle, esas tardes de 5 a 7 me van a venir de lujo. Se llama James. James... tiene pinta de ser el típico capitán de fútbol.

A la hora del patio

Jenny está esperandome en la cafetería con una napolitana recién hecha de jamón y queso, la puedo oler desde el primer piso, que hambre tengo.
Cuando bajo las escaleras Hugo me para.

Hugo: Amor, no me has dicho nada en todo el día.

Ali: Y esperes que lo haga. Déjame pasar.

Hugo: Eh eh, pero ¿Que te pasa?

Ali: Que soy una idiota, eso es lo que pasa.

Hugo: Ali no te vayas por favor, ¿Que ha pasado?

Ali: Olvídate de mi.

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