Capítulo 23 - Querer es poder -

Hoy por fin puedo decir ¡Buenos días! , bueno las cosas aún no van de el todo bien pero hay que mirar el lado positivo de las cosas, podría ser peor , por ejemplo Hugo me ha traicionado si... pero el lado positivo es que no llevábamos mucho tiempo y no estaba enamorada de él, y que me quedé muy muy bien cuando corté con él. Por otra parte, Marcos... sigue sin acordarse de mi, pero se acuerda de mamá y el lado positivo es ¡Que ya empieza a recordar! Y por último, Manu no vino anoche a hablar conmigo pero el lado positivo es que vuelve a estar soltero. La cuestión es que pase lo que pase hay que ser positivos, ya que no te sirve de nada estar de morros todo el día, porque por culpa de algo malo, que puede que haya durado 3 minutos, te ha amargado todo el día.

Como es normal cada mañana me levanto una hora antes de que la alarma suena y me pongo a pintar en el mural a ritmo de Ed Sheeran. Una vez suena el "Don´t stop" de 5sos que hace que pegue un salto del susto lavo los pinceles y me preparo para ir al instituto. Pero antes de irme, subo a ver a Marcos a su habitación, está acostado leyendo, muy concentrado hasta que se da cuenta de que le observo y se levanta rápidamente.

"No, no te levantes, sigue leyendo. Solo he venido para ver como estabas, pero ya veo que mejoras por momentos." 

Le digo, un momento, ¿Un gigante en el bolsillo?, está leyendo un libro infantil. Ese era mi libro favorito desde que tengo uso de razón.

Ali: Marcos, ¿Qué lees?

Marcos: Pues no estoy muy seguro, estaba en una caja debajo de mi cama, junto a una libreta de canciones y partituras de guitarra y piano. ¿Tu sabes porqué tengo un libro de niños aquí, es mio? ¿Y qué es esta caja?

Ali: Em...no, esa caja es dónde guardas las cosas que más valoras, la libreta está llena de composiciones tuyas y notas que hacías cada vez que te preocupaba algo o aprendías de algún error, eso te ayudaba a componer, y las partituras, bueno, adoras la música, sabes tocar la guitarra y el piano y tienes una voz impresionante.

Marcos: ¿Enserio?

Ali: Y el libro... es mío.

Marco: Lo siento.

Ali: No, no te preocupes, te lo regalé cuando...

Marcos: ¿Cuando?

Ali: Una vez tú y mamá tubisteis una discursión peor que las que teniais normalmente, y yo decidí irme, te dejé este libro y en la última página escribí:

"Marcos, eres único, no dejes que nada ni nadie te quite tu manera de disfrutar de la vida, te mereces lo mejor, quiero que tengas este libro, es mi favorito y a partir de ahora es tuyo. Te quiere, tu hermanita Ali. "

Marcos; ¿Y porqué no te fuiste?

Ali: Lo intenté pero me importas demasiado como para irme a algún sitio sin tí, te necesito a mi lado.

Marcos: Me acuerdo de las discusiones, pero lo siento, sigo sin acordarme de tí.

Eso me destrozó, sonreí para que no se sintiese mal y me baje a desayunar.
Manu sale del salón y me sujetó del brazo suavemente, lo más delicado que puede llegar a ser él y me susurra al oido:

"Siento lo de anoche se me hizo tarde, te espero después de comer en el parking de las motos."

Por fin salgo de casa, cuando llego a casa de Álvaro no había nadie, como es normal he llegado yo antes que ellos. Al poco tiempo aparece James por la calle de la derecha y se acerca a mi, me sonríe y me invita a acompañarme al instituto. Álvaro y Blanca aún no están y ya son menos cuarto así que decido ir con él. Durante todo el camino me estuvo contando sobre su familia y el porqué está aquí. Su padre es Americano, eso explica su nombre, conoció a su madre aquí pero nada más nació James se fueron a América y se quedaron allí por motivos de trabajo por parte de su padre. Su madre murió hace dos meses y no sabe porqué, pero al poco tiempo de ella fallecer lo volvieron a trasladar aquí.

James: Bueno ya hemos llegado, espero que no te haya dado mucho la paliza con mi vida.

Ali: No no, todo lo contrario, tienes que acabar de contarmela.

James: A la salida te acompaño a casa y seguimos hablando ¿Te parece?

Ali: Huy... No se porqué, pero no me fio de ti.

James: Y bien que haces.

James se despide con un guiño, un guiño de esos ojos tan, tan...