Capítulo 26

No sé si irme o quedarme a seguir hablando con Manu, pero me lo estoy pasando tan bien que cuando quise darme cuenta ya eran casi las 5 de la tarde. La verdad es que no tenía muchas ganas de ver a Hugo, poco puede hacer para hacerme cambiar de idea, miro el móvil después de todo ese rato sin ni si quiera oírlo y solo tenía mensajes de Hugo, es raro pero Jenny no ha dado señales de vida todavía, seguro que se ha ido a dar una vuelta con Álvaro, que suerte tiene, encontrar a alguien que te corresponda y te merezca.

Manu se me queda mirando, supongo que mientras pensaba tenia cara de tonta.

-          - ¿Pasa algo? – Me pregunta Manu un poco preocupado.

-          - No, solo pensaba.

-          - ¿Pensabas? ¿En qué? En el rico postre que tengo para los dos ¿No?

Me guiña un ojo y se levanta recogiendo todos los restos de la comida. Se dirige a la moto y se pone el casco.

-          - Venga vamos.

No sé muy bien donde quiere llevarme, pero me pongo el casco y subo sin rechistar.  Al cabo de cinco minutos se para en la heladería y una vez dentro pide un batido de fresa y otro de chocolate. Me lo ofrece y me invita a sentarme con una sonrisa. Esa sonrisa.

Al cabo de un rato, al llegar a casa.

¿Hugo? ¿Pero…? No me lo creo, lo primero que veo al bajarme de la moto es a él, sentado en umbral de la puerta. Nada más nos ve llegar se levanta rápidamente y se dirige a nosotros.

-          Hugo, ¿Qué haces aquí? No habíamos quedado.

-         -  Lo sé Manu, necesito hablar con ella. Pero no, no te vayas, así me podréis explicar que hacíais tan importante los dos para que me deje tirado.

Esto no podía ir a peor. O eso creía, porque justo poco después de que Hugo le contestase a Manu, tras un silencio bastante incomodo, sale Raúl de casa.

 Tranquilízate Hugo. Manu Naiara te llama, creo que está un poco enfadada contigo dice que le prometiste jugar con ella o algo así.

¡NO! Lo que me faltaba, quedarme a solas con los dos. Después de lo que le he contado Manu debería de haberse quedado y no dejarme sola. Hugo y Raúl se miran, pero no con una mirada normal, una mirada de cómplices. Yo quiero aparentar que no estoy asustada pero cada vez me cuesta más hacerlo, no sé de lo que pueden llegar a ser capaces. Al cabo de unos segundos Raúl continúa hablando.

Bueno a sí que lo dejas tirado por él, no me digas que te va a pasar como en las películas y te vas a enamorar de tu querido hermanastro ¿No? Ha, típico. Tú tienes que estar con Hugo, él sí que te quiere, o al menos lo aparenta. ¿A que sí?

En ese momento Hugo salta, y confiesa haberse enamorado de mí. Yo sigo sin creerme nada de lo que dicen, seguro que es solo un teatrito para que vuelva con él y encubrirlos, pero esta rubia no se lo traga.

-          - Bueno rubita necesito que me hagas un favor, esta noche ya no duermo aquí Rosy y yo nos volvemos a la universidad.

-          - Que penita.

-          - Lo sé. Estamos de exámenes y tardaremos en venir a sí que necesito que mañana cuando llegue Rafa de trabajar y sin que se des cuenta, registras su maletín, en él habrá un pen de color rojo lo coges y se lo das a Hugo ¿Queda claro?

-          - ¿Para qué lo queréis?

-          - Eso ya es cosa mía, tú solo hazlo.

-         -  No lo haré.

-          - Bueno, se ve que no quieres lo suficiente a tu querido mellizo ¿No? Mañana a media noche en el parque. Que te vaya bien.

      Raúl y Hugo se van, y yo, tras entrar en la casa noto como Marcos me coge del brazo llevándome a mi habitación desde la que Manu y él han visto y oído todo lo sucedió.

-         

           -   Desde el principio hasta el final y con detalles.

-          - Queremos saberlo todo.