Día 6257 sin tí.

Esos labios, que aun siendo de otra persona no paran de pedirme a gritos que los bese.
Esos ojos color miel, que me debilitan cada vez que me miran.
Y es que, ellos si saben a lo que realmente estás destinado solo que todavía no han tenido el valor de decirte que vas por el camino equivocado.
Pero como suelen decir lo bueno se hace esperar, y contra más tarde llegue con más ganas lo recibirás.
Y es solo por esa razón por la que aquí sigo, sin moverme de este puto anden otro año más con la esperanza de que llegue de una vez por todas mi tren cuyo nombre coincide con el tuyo, como flor esperando la lluvia para poder crecer en medio de un desierto.

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