Capítulo 30

Sé que no quieres saber nada de mí, que no quieres verme ni en pintura, pero tan solo quería que supieses el porqué de todo eso.
Ali, tengo una hermana mayor que está muda. Va a la misma universidad que Raúl y no sé como se enteró pero él lo sabía.
Un día poco después de que tu llegases vino a mi casa y me amenazó con hacerle la vida imposible a Celeste si no hacía extactamente todo el que el me dijese, entonces me ví en un callejón sin salida y acepté. Piénsalo, ponte en mi lugar y piensa en lo que hubieses hecho tú si este fuese tu caso y la vida de Marcos dependiese de tí. Incluso la tuya si llegabas a decir algo de dicha amenaza.
Al principio me daba un poco igual yo no te conocia de nada tan solo por ser la chica nueva y hermanastra de mi mejor amigo. Pero iban pasando los días, cada vez más horas a tu lado y lo que tan solo era interés propio se fué convirtiendo en algo más que en eso, pasó a ser aprecio, cariño y finalmente me dí cuenta de que siempre que te tenía delante, cada vez que te miraba, se me dibujaba una sonrisa de oreja a oreja que me duraba el resto del día, nada ni nadie podía hacer que desapareciese. Desde entonces mi mirada ya no era la misma, y yo, Ali desde que te conozco yo tampoco soy el mismo, yo me había enamorado. Tu me has hecho cambiar y darme cuenta de que hay que valorar las cosas porque tarde o temprano pueden desaparecer de tu vida así porque sí.
No sé muy bien como reaccionaras al leer esto, ya que también sé que este es el momento menos indicado para confersarte todo esto pero necesitaba decirtelo, que lo supieses todo de una vez por todas.
Por si quieres hablar conmigo o darte un tortazo, estaré esperandote en el banco del parque, ahí donde todo empezó.

Te quiere, Hugo.

10 minutos después, en el parque.

No tenía muy claro lo que iba a hacer y mucho menos a decir. La carta de Hugo me había hecho recapacitar y plantear muy bien las cosas. Lo primero que pensé fué en él, en lo mal que ha tenido que pasar. Aunque por otra parte él también tendría que entender lo mal que lo he pasado yo por su culpa a si que ya sabía una de las miles de preguntas que iba a hacerle nada más lo viese; ¿Iba a seguir con todo esto? y acto seguido me vino a la cabeza ese dichoso USB ¿Acaso el sabe lo que contiene que es tan importante para Raúl?
Casi si darme cuenta ya estaba detrás de él, en aquel banco que tan buenos recuerdos me traía.

- ¡Ali! Muchas gracias por haber venido. - Me dice levantandose de golpe y dirigiendose a mí para abrazarme.

- No me vengas con abrazos Hugo, he venido a por más explicaciones.

Tras haberle cortado de mala manera empezé con el interrogatorio, solo me faltaba el poli bueno y un flexo apuntandole en toda la cara, y la verdad que de esa manera se saca bastante información. Según Hugo, Raúl nunca quiso desvelarle el contenido del USB pero si se le escapó una vez que me había mentido y que dentro de el no había nada que no quisiese que Rafa viese, ya que no era de él sino del propio Rafa y de su empresa. - Bueno, por esa parte se ha librado, punto a favor. - Pensé nada más acabó de hablar. Aunque aún me quedaba lo más importante por preguntarle y que estaba apunto de hacer cuandpo justo en ese momento veo pasar a alguién que me resulta familiar cogido de la mano de una con el pelo rubio al que le había añadido las mechas californianas en color morado.
¿Manu? No puede ser ¿Y ella quién es? No me suena de nada ¿Tantas cosas me he perdido en este mes? Por suerte no hizo falta que le preguntase nada a Hugo ya que mi mirada lo decia todo y confesó - Lucia, compañera del fútbol con la que llevaba tonteando hace menos de un mes y mira ahora. Demasiado rápido todo. - Y tan rápido... aunque no creo que sea la más indicada en decir nada cuando también empecé con Hugo al poco tiempo de conocerlo.

- A bueno, pues me alegro mucho por él pero creo que tenemos cosas más importantes de las que hablar. - Mentia, nada me interesaba más que saber la historia de esos dos tortolitos, pero pensé que no era el momento. Aún así seguía sin tener claro cuales eran mis sentimientos. Nada más volver, James me invita a desayunar y me saca de ese odioso hospital, había visto a Manu con su nueva novia y estaba celosa y encima Hugo confiesa y se me declara.

- Ali, sé cuál es la pregunta que estas deseando hacerme desde que terminaste de leer la carta. Se lo he contado todo a mis padres y a Rafa, para que tubiesen cuidado. Mañana irán a la universidad a por Celeste y la matricularán en otra un poco más lejos de aquí pero segura. He acabado con todo, Raúl ya no puede hacer nada, por fin dejará a Marcos y a mi hermana en paz, y lo más importante se alejará de ti. No voy a permitir que nos vuelva a hacer daño ¿Me oyes? Te quiero demasiado, ya te he perdido una vez y no voy a dejar que vuelva a pasar aunque tan solo sea como amigos.

- Hugo, no quiero que sea solo como amigos. - Y tras decir eso antes de que pudiese darme cuenta sus labios estaban junto a los mios y creía que no iba a volver a sentirme tan bien en mucho tiempo. Es justo en ese momento cuando el lio de sentimientos que había en mi cabeza se desenrolló y se convirtió en uno.

Al cabo de dos minutos, cuando creia que nada ni nadie podría estropear ese momento que tanto tiempo me había costado conseguir. Mi móvil empezó a sonar. - ¿Mamá? - Que raro, no puede utilizar el móvil estando en el hospital y dudo mucho que se haya ido y haya dejado a Marcos solo antes de que yo volviese.

Ya está, en menos de un minuto pasé de sentirme la persona más feliz del mundo a la más desgraciada. Todo empezó a darme vueltas, todo empezó a derrumbarse aplastando cada pequeña parte de mi cuerpo. Ahí estaba yo, desplomada en el suelo y llorando desconsoladamente, me sentia muy mal por Hugo, cada vez me ponía peor y él se estaba poniendo de los nervios, ya que no era capaz de pronunciar ni una sola palabra. Lo había perdido, ya no ibamos a cantar nunca más juntos, ni volvería a ver esa sonrisa que me había dado la fuerza suficiente como para seguir adelante y seguir luchando durante todo este tiempo, me había enseñado a no rendirme. La única persona que conseguía que en esos días grises pudiese ver un arcoiris.
Marcos ya no estaba. Se había ido. Definitivamente. Hiciese lo que hiciese no volvería.

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